Charles
Perrault publicó en 1697 su Histoire ou contes du temps passé también
llamada Contes de Ma Mere L´Oye en la que incluía LE PETIT CHAPERON
ROUGE. Es la primera versión literaria del mito e iba dirigida a las
jovencitas de la corte del Rey Sol con una clarísima intención didáctica
y una expresa moraleja. Por eso la historia acaba mal: en el vientre
del lobo.
En 1812 Jakob y Wilhelm Grimm publican
Kinder-un Hausmärchen, colección de cuentos de la que formaba parte
ROTKÄPPCHEN. La niña se ha hecho más discreta pero sigue cayendo en el
error y necesita un hombre que la salve, papel que asumirá el cazador.
Es la versión edulcorada que mayormente ha llegado hasta nosotros.
Pero nos preguntamos: ¿son estas dos famosas versiones de CAPERUCITA
producto exclusivo de la creatividad de sus respectivos autores? Lo más
probable es que Perrault se inspirase en tradiciones de la Francia
profunda, tal como lo avala un testimonio que, aunque recogido mucho
después –tras una larga transmisión oral–, tiene todo el aire de haber
precedido a la versión de fines del s. XVII. Se trata del luego llamado
El cuento de la abuela, extraño relato en el que la niña se come a la
anciana, servida por un bzou (hombre-lobo).
Investigaciones
diversas han descubierto en Italia y otros lugares europeos relatos muy
similares, lo que prueba las relaciones que mantienen los temas
populares, que aparecen recurrentemente dentro del continente. Y por si
fuera poco existen testimonios reales: se conoce el caso de un personaje
llamado Stubbe Peeter que en 1589 fue juzgado en Bedburgo (Alemania) y
ajusticiado por prácticas licántropas. Sorprendentemente también se han
encontrado conexiones hasta en lugares tan alejados como China (en
oriente el lobo se sustituye por el tigre).
En lo que concierne
a los Grimm, en un principio tenían un objetivo claro con sus cuentos:
divulgar el folklore (en ediciones posteriores ya se aprecia el giro que
adoptan al comprobar el filón que estaba siendo la recepción infantil
de sus relatos). Precisamente para cumplir su primer objetivo se
destacan sus viajes y contactos con gentes del medio rural: y así, por
ejemplo, en la zona central de Alemania, en Marburgo, la caperuza era
una prenda popular. Aunque también se admite que el cuento que nos ocupa
podría haberles sido relatado por una amiga, Marie Hassenpflug, de
origen hugonote y que, por ello mismo, pudo haber conocido de primera
mano la versión de Perrault, importándola a Alemania.
Desde la
irrupción del psicoanálisis CAPERUCITA se ha convertido en uno de los
bocados predilectos para interpretaciones simbólicas, añadidas éstas a
las de los estudiosos del folklore. Fromm y Bettelheim son los más
conocidos, pero no los únicos. La caperuza, el rojo, el encuentro
lobo-niña en la alcoba de la abuela... se interpretan en clave
psicológica-sexual. También hay interpretaciones astronómicas:
CAPERUCITA es el sol desde el orto al ocaso (extraña simbología de la
que se hace eco una de las versiones japonesas ). Otras veces se echa
mano incluso de lo escatológico: la niña se libera del peligro
pretextando una necesidad de evacuar
El
texto se lo he "robado" a Claudia Melgares (¡¡¡¡gracias!!!!). Las
imágenes son de una edición de París, Floury Ed. 1930; ilustrada por
JOSEPH HEMARD. ¡Preciosa!